Ex miembros de Patria y Libertad piden perdón a víctimas de violaciones a los DD.HH

 
Diario La Tercera, Viernes 3 de diciembre de 2004

 
Tres ex miembros de Patria y Libertad pidieron perdón a víctimas de violaciones a los DD.HH, señalando que asumen el no haber podido evitar las muertes y torturas.

En una declaración hecha pública esta tarde, los otrora dirigentes del grupo de ultraderecha sostuvieron que "queremos asumir la responsabilidad que nos cabe por no haber sido capaces de guiar a nuestros camaradas en los principios éticos de una lucha política y armada, para que fueran capaces de elevarse por sobre las diferencias ideológicas (..) y que pudieran tender una mano y levantar al enemigo caído, el que era un ser humano, portador de derechos inalienables, y un compatriota", señala el documento.

Los firmantes de la nota de prensa, el empresario Roberto Thieme Schiersand, José Agustín Vásquez Márquez y Arturo Hoffmann Yánez, hicieron llegar a la agencia UPI un correo electrónico en el que expresan no haber sido parte del régimen militar; que se opusieron a sus prácticas y a la instauración de un orden político y económico "sustentado en el monopolio de oligarquías partidistas, contrario a una auténtica democracia integradora y participativa de todos los chilenos".

Con ello, los miembros del movimiento nacionalista se alejan sustantivamente de lo que fue el gobierno castrense y de las acciones emprendidas por éste, por lo que condenan "que el camino que éste tomó se encaminó, principalmente, a reprimir y a eliminar físicamente a los partidarios del gobierno derrocado. En este contexto, un número impreciso de ex militantes o simpatizantes del movimiento fueron reclutados por las fuerzas de seguridad de las diversas ramas de las FFAA para colaborar en la masiva acción represiva que se había desatado".

A pesar de que la conformación de Patria y Libertad tenía como objetivo derrocar el gobierno de la Unidad Popular y del apoyo a los motivos que a su juicio justificaron la intervención de las Fuerzas Armadas en 1973, no defienden bajo ninguna circunstancia que la política sistemática de torturas y desapariciones sirviera para mejorar la situación del país.

"No se salva a la patria encarcelando, no se salva a la patria exiliando, no se salva a la patria torturando, no se salva a la patria asesinando, y aquellos de los nuestros que fueron capaces de hacerlo a sus propios compatriotas no son dignos de llamarse nacionalistas, y han arrojado una mancha indeleble sobre la historia patria y del nacionalismo chileno, así como la actuación de generales, jefes, oficiales, suboficiales y soldados de nuestras Fuerzas Armadas".

Asimismo, los tres ex dirigentes manifiestan que tras la realidad de torturados y detenidos dada a conocer por el Informe Valech, las heridas provocadas sólo podrán cerrarse mediante la aceptación de todos los protagonistas que, "personal o institucionalmente, participaron en la gestación de esta tragedia nacional".

Al término de la declaración, los otrora miembros de Patria y Libertad expresan que sin hacer eco de protagonismo y alejado de las divisiones ideológicas, buscan "el desarrollo con justicia social en un chile unido, solidario, grande, libre e integrado con las naciones iberoamericanas".

Patria y Libertad fue liderada el abogado Pablo Rodríguez, quien hoy se desempeña como jefe del equipo jurídico que defiende ante los tribunales a Augusto Pinochet.
Rodriguez, junto a Thieme, llegaron a crear once sedes de Patria y Libertad en todo Chile y además hicieron que unas mil 200 personas trabajaran en la entidad de manera activa entre 1970 y 1973, teniendo como fin único el derrocamiento del gobierno de Salvador Allende.


En 1992 el nombre de Thieme cobró más realce cuando se casó con Lucía Pinochet Hiriart, la mayor de las hijas del general en retiro. El matrimonio duró sólo hasta 1996.